Y el regusto

‘Y el regusto’ surge de un deseo por explorar otras formas de ver y estar en el mundo. Las artistas partieron de una fase de documentación en la que recogieron testimonios (vivencias) de personas de edad más avanzada, que utilizaron como base para imbuirse de realidades ajenas y romantizar otras formas de vida. Es a través de la romantización y la ensoñación que las artistas son capaces de introducirse en estados y situaciones que, de no haber sido por la escucha activa de experiencias ajenas, serían inaccesibles. La obra es una simbiosis de ensoñación y realidad, de crudeza y análisis de la experiencia humana; lo que nos mueve, lo que nos colapsa, lo que nos invita a gozar.